En 1971, la situación social que se regía en México era de incertidumbre. 3 años antes con los sucesos en Tlatelolco, la matanza de estudiantes, manifestaciones en busca de una libertad social e ideológica fue detenida de golpe y porrazo.
Pero había que renacer de las cenizas. El gobierno de Díaz Ordaz ya se había ido y ahora se encontraba la administración de Luis Echeverría, no cambia en nada la línea. Los jóvenes de aquel tiempo poco a poco comenzaban a buscar distintas maneras de expresión y entre esas, la música fue una bocanada de aire fresco. En 1969 se desarrolló el festival de Woodstock en California donde se reunieron más de 400,000 personas con el mensaje de música y paz. ¿En México porque no hacer un festival así?
En 1971 se llevó a cabo el “Festival de rock y ruedas en Avándaro” en el municipio de Valle de Bravo, el 11 de septiembre fue dedicado al rock y el domingo 12 a la velocidad con carreras de autos. La organización estaba integrada por jóvenes que buscaban “rockear duro y tupido”, entre ellos se encontraban Luis de Llano, Justino Compeán, Carlos Alazraki, Armando Molina así como los hermanos Alfonso y Eduardo López Negrete.
El cartel lo integraron: El epílogo, La división del norte, Dug Dug´s, Los Tequila, Peace & Love, Los Yaqui de Mayita, Bandido, Tinta blanca, El amor, El ritual y Three Souls In My Mind. El costo del boleto fue de 25 pesos.
Al tener todo listo se esperaban alrededor de 70,000 personas pero no pasó así. Oleadas de personas llegaban de todos lados del país en busca de una propuesta, se calcula que fueron 300,000 las que asistieron muchos de ellos sin boleto. Un festival que se convirtió en una leyenda del rock mexicano.
Hoy se conmemoran 47 años de ese mítico evento el cual nunca podrá ser igual.
Existen distintas narraciones, videos e imágenes que todo amante de la música debe conocer, aquí alguno de ellos.
¡Avándaro!