Si piensas que el rock peruano es aburrido y predecible, es porque no has escuchado a Matalascallando, el proyecto musical de un tipo que vive en Portugal y que acaba de sacar su primer álbum homónimo, una bomba de relojería que mezcla post-punk, indie rock, bedroom-pop y noise con una actitud irreverente y provocadora.
Matalascallando es el seudónimo de un músico chiclayano que se niega a revelar su nombre y que prefiere que su música sea la protagonista. Su álbum es el fruto de un trabajo de dos años, en los que compuso y grabó sus canciones en su casa, aprovechando el confinamiento y la pandemia para expresar sus sentimientos y opiniones.
Sus letras son sarcásticas y mordientes, llenas de ironía y sátira. Sus temas tratan sobre la angustia existencial, el desengaño amoroso, la alienación y la rebeldía. Su música es diversa y arriesgada, con referencias a bandas como The Velvet Underground, The Smiths y The White Stripes.
Matalascallando no es un novato en la música. Ya había tocado en bandas como FM y Submarino, con las que grabó algunos discos y participó en algunos festivales. Pero con este proyecto se ha liberado de su pasado y ha buscado su propia voz, una voz que se inspira en la tradición del rock peruano, pero que también se adapta a las corrientes globales y las influencias locales.
Matalascallando es un disco que sorprende y engancha, que invita a escucharlo con atención y a descubrir sus secretos y detalles. Es un disco que demuestra que el rock peruano no te lo esperabas, y que Matalascallando es su gran sorpresa..