¡Así es! Por fin llegó el nuevo álbum de nuestra talentosa chilena: se trata de Autopoiética, donde la reinvención de Mon Laferte continúa. Además, el nuevo disco es una nueva forma de leer y escuchar a Mon Laferte.
El LP está compuesto por catorce canciones que la propia artista ha definido como uno mucho más reflexivo que sus trabajos anteriores y en el que experimentó con nuevas herramientas, creando sus temas a partir de bases rítmicas o samples, volviendo así a la esencia más alternativa de los primeros años de su carrera. Esa valentía, honestidad y libertad que conduce a quien no tiene nada que perder.
Conecta con Mon Laferte
Así mismo, el título de su octavo disco está lleno de conocimiento, pues viene del concepto de “autopoiesis”, acuñado por los biólogos chilenos Francisco Varela y Humberto Maturana en la década de los setenta para definir el proceso de auto-mantenimiento de las células. Este fue elegido debido a que la palabra quedó en la mente de Mon y decidió usarla de manera metafórica, pues como menciona la artista:
“Me gusta creer en la idea de un renacimiento constante y convencerme de que, a pesar de las adversidades de la vida, tengo la capacidad de seguir reinventándome, ese es el gran don que todos tenemos”.
Además, en esta misión, Mon decidió abrazar toda aquella música que la emociona. La que disfruta, “con la que me pasan cosas a nivel corporal, emocional y también la que me hace pensar”, dice.
“Mi idea era mezclar todos los mundos que amo”
En esta obra de arte, podemos escuchar una mezcla de varios géneros. Desde una cumbia rebajada («Te Juro Que Volveré«), hasta un trip-hop, mariachi y bolero («Tenochtitlán«). Así como referencias a la movida del tango electrónico en el interludio “Artículo 123”; un techno crudo en “Autopoiética”; una salsa con todas las de la ley en “Los Amantes Suicidas” y una reinterpretación impactante de “Casta Diva”, una pieza de la ópera Norma de Vincenzo Bellini, en donde reina precisamente lo mejor de aquel género docto y los guiños al dembow.
Sin embargo, cada tema es un mundo propio dentro del universo de «autopoiético». Porque además de un despliegue de géneros, Mon nos llena de pequeñas pistas de otras obsesiones, de otros amores, a través del uso de samples, como la aparición de Los Ángeles Negros al cierre de “No+Sad”, un sample de un diálogo de la película Hiroshima, mon amour en “40 y MM” y “Mew Shiny”, una balada minimalista y experimental.
Desde luego, Autopoiética es un paisaje lleno de referencias para seguir conociendo las diferentes capas de una artista compleja que, muchas veces, la maquinaria de la industria y de los tiempos que vivimos, por su velocidad, no permite ver.
Ya puedes escuchar Autopoiética en todas las plataformas digitales.