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Busty and the Bass presenta The Mannequin, un EP que desafía la superficialidad de la industria

Tras más de una década de trayectoria en la que han refinado su estilo único que fusiona soul, funk, jazz y electrónica, Busty and the Bass regresa con un nuevo material que no solo invita a bailar, sino que también plantea una reflexión sobre la autenticidad en la música contemporánea. Su nuevo EP, The Mannequin, no solo amplía los límites de su sonido, sino que también lanza una crítica a la superficialidad que domina la industria actual.

El título del EP hace referencia a cómo la música moderna se ha transformado en un producto impulsado por métricas, tendencias y estrategias de marketing, dejando en segundo plano la autenticidad y el arte. Sin embargo, en lugar de solo criticarlo, la banda adopta esta ironía y la incorpora en su propia narrativa. Con esta postura, The Mannequin no solo es una colección de canciones, sino también un manifiesto artístico.

El EP está compuesto por cinco temas que exploran diversos géneros y texturas sonoras, cada uno con su propia identidad. «Over Under» abre con una atmósfera psicodélica inspirada en el folk de los años sesenta, mientras que «Lucky (Song 7)» nos sumerge en el universo del nu-disco con su energía vibrante. «Fourth Wall, Heads Talking» se aventura en el terreno del jazz improvisado, una muestra del virtuosismo instrumental de la banda, y «I’m Not Here» nos envuelve en un funk downtempo que destaca por su profundidad rítmica y melancólica. The Mannequin no solo se mueve entre estilos, sino que también juega con la idea de la artificialidad del mundo del espectáculo, llevándola al centro de su discurso.

La evolución de Busty and the Bass es evidente en este material. Desde sus primeros dos discos, producidos por el legendario Neal Pogue (conocido por su trabajo con Outkast y Tyler, the Creator), la banda ha demostrado su capacidad de reinventarse sin perder su esencia. Además, su historial de colaboraciones con figuras icónicas como George Clinton y Macy Gray refleja su habilidad para fusionar tradición e innovación. La reciente incorporación del vocalista Jordan Brown aporta nuevos matices al sonido del grupo, enriqueciendo aún más su propuesta con una interpretación más sofisticada y versátil.

Si bien The Mannequin es una crítica a la fugacidad de la industria musical, no deja de ser un material que captura la esencia festiva y contagiosa de Busty and the Bass. Con una gira en camino y una visión clara sobre la importancia de la autenticidad en la música, la banda reafirma su compromiso con hacer arte con el alma. En un contexto donde lo efímero parece dominar, Busty and the Bass demuestra que lo genuino y bien elaborado nunca pasa de moda.