Imagina tener miles de vestidos de papel por un dólar, con diseños únicos, extravagantes y de diseñador, usar uno diferente a diario, realmente no importa que sea de papel porque todo mundo lo está usando, para algunos seria practico, un sueño o un martirio por lo consumista que se vería, además, del enorme daño ambiental que se causaría.
Parece un poco ilógico usar vestidos de papel, ya que es un material sumamente frágil pero en 1965 varias empresas comenzaron a fabricarlos y muchas personas a usarlos, los hacían con celulosa y un poco de papel de algodón lo que los hacía más resistente del papel común. Se podían pedir a domicilio por solo un dólar y con cupones que se encontraban en revistas, los precios eran bajos pero debido al incremento y relevancia que obtuvieron algunos se llegaron a vender hasta en los mil dólares.
Todo mundo tenía acceso y fiebre por esta moda efímera ya que se les podía ver por todas partes como en la portada de la revista Vogue, en las aerolíneas, porque sí, las aeromozas iban por ahí con vestidos de papel, también en los desfiles se podían observar las piezas de celulosa, después se hicieron minifaldas, vestidos de noche, trajes, sacos, playeras, chalecos y hasta vestidos de novia, diseñadores como Paco Rabanne dejaron también su marca, inclusive el propio Andy Warhol diseñó algunos.
A pesar de toda esa trascendencia no fue suficiente y ni siquiera duró tanto, pues a finales de los 60 la moda de usar vestidos de papel fue siendo nula, puesto que las nuevas generaciones iban haciendo crecer el movimiento hippie, los cuales estaban en contra del capitalismo y el consumismo por lo que impulsaron nuevamente las artesanías y ropa hecha artesanalmente con patrones étnicos.
Es curioso, la historia tiende a repetirse pues aunque ahora no se use ropa de papel, existe la fast fashion en donde las prendas son hechas de materiales bajos en calidad que terminan desgastándose muy fácilmente a precios altos, con nulos valores morales y éticos… pero aun así se consumen.
Debemos hacer conciencia porque si bien ya no son de papel y de un solo uso las prendas que usamos para vestir, estas finalmente pasan de moda rápidamente o rompiéndose por lo que su ciclo de uso no es el esperado y genera una gran cantidad de basura, pues tan solo el uso de estas prendas pertenecientes al fast fashion colaboran a que se sigan fabricando.
Recordemos que en el proceso de fabricación se contaminan ríos y lagos eso aunado al maltrato, bajo salario y explotación laboral a la que son sometidos los trabajadores pertenecientes a estas fábricas.
Dime ¿Tú usarías un vestido de papel?