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Bass Drum of Death. Entre el origen y el porvenir – Entrevista

John Barrett no se imaginaba estar hablando de su quinto álbum cuando inició Bass Drum of Death, tocando su guitarra y batería en una banda de un solo hombre. Casi 15 años después y tras múltiples sube y bajas, recorridos por el mundo y cuatro álbumes hechos por completo por su cuenta, Barrett celebra una nueva y muy importante etapa de la banda con Say I Won’t. 

Say I Won’t es un álbum muy especial para Bass Drum of Death. La pandemia fue un momento fundamental para todo lo que sucedió. Barrett regresó a su ciudad natal de Oxford, Mississippi, y la banda se reincorporó a su primer sello discográfico, Fat Possum. En un disco que parece celebrar su trayectoria, aventuras y experiencias, y también aquel sonido que parece el exacto para la banda, Barrett ha hablado del proceso como “haber vuelto a aprender a tocar música”

Este es el primer álbum en el que además, Barrett ha compartido el proceso creativo con los demás integrantes: su hermano Jim Barrett e Ian Kirkpatrick. El trío se metió al Audio Eagle Studios junto a Patrick Carney de The Black Keys, para un proceso de grabación en vivo cuyo objetivo fue mantener el alma más pura de la música. 

Así es como Bass Drum of Death se embarca en una nueva aventura, honrando el pasado y a todos aquellos que han sido parte importante de su camino, y emocionados por el futuro que comienza con Say I Won’t. 

¿Por cuánto tiempo trabajaron este álbum? Al escuchar las canciones, pareciera que nos dan un recorrido por su camino como banda ¿Qué etapa de sus vidas y de su carrera representa este nuevo álbum? 

Es un poco loco porque terminamos este álbum hace más de un año, entonces hemos esperado todo este tiempo a que salga. Los otros chicos de la banda estuvieron mucho más involucrados esta vez, entonces fue un proceso más colaborativo. Y trabajar con Pat Carney como productor fue algo muy bueno. Le añadió mucho al disco y sacó mucho de nosotros. Fue un proceso muy divertido y muy colaborativo, todos trabajamos juntos muy bien y estábamos muy emocionados de tener algo en lo que trabajar y algo que esperar, especialmente tras el COVID, una etapa en la que no pudimos hacer algo durante un par de años. Fue un buen momento para alistarnos, trabajar juntos y grabar algo de lo que pudiéramos estar orgullosos. 

¿Dirías que este álbum tiene un tema central o una canción que funcione como el núcleo de lo que trata “Say I Won’t”?

Realmente no he pensado en ello. Supongo que solo el poder mantener el rumbo y creer en tus habilidades y lo que puedes llegar a hacer. Cuando comencé a tocar música, ni en mis sueños más salvajes me imaginé que estaría hablando ahora de mi quinto álbum. Simplemente es bueno estar en esta posición, poder hacer música durante todo el tiempo que hemos sido capaces de hacerla. 

¿Tienes alguna canción favorita del álbum que te recuerde algo especial?

“Say I Won’t” es una de mis favoritas. Teníamos una pequeña base de la canción, pero el resto lo escribimos todos juntos en el estudio sobre la marcha. Fue muy divertido poder hacer algo así porque la mayoría de las veces la canción estaba prácticamente terminada cuando trabajaba solo, y únicamente añadíamos algunos detalles estando juntos. Con esa canción todo fue muy diferente simplemente porque colaboramos sin planes y de forma improvisada. Con suerte haremos más cosas así en el futuro. 

Bass Drum of Death

Este es el primer álbum de Bass Drum of Death en el que toda la banda participa activamente en su composición. Ahora es un trabajo en equipo después de años produciendo en solitario ¿Cuál es la mayor enseñanza que te llevas de esto? 

La mayor lección ha sido dejar de ser fanático del control todo el tiempo. Es mucho más fácil para mí si dejo que la gente experta haga su parte y no preocuparme tanto. Una de las cosas que aprendí es que si vas a confiar en las personas, realmente debes confiar en ellas. No puedes microgestionar las cosas. Una vez que entendí eso, comencé a divertirme mucho. Pero es un proceso de crecimiento. 

He trabajado antes junto a productores, entonces no es como que hacía todo completamente solo. Pero definitivamente esta fue una buena experiencia porque nos llevamos muy bien, y Jim e Ian son muy buenos en lo que hacen. Hacen más fácil mi trabajo, fue genial poder relajarme en el sofá y ver mi teléfono mientras Jim tocaba partes de la guitarra sin estar preocupado, porque sabía que lo haría increíble. Trabajar junto a ellos definitivamente es un plus. 

¿Recuerdas la música que estaban escuchando en ese tiempo y que pudo haber tenido alguna influencia en su proceso creativo? 

No realmente. Compusimos estas canciones hace mucho tiempo, muchas cosas fueron escritas probablemente hace tres años. Pero recuerdo escuchar mucho ZZ Top, entonces tal vez hay mucha influencia de ellos en algunas canciones.

Cuando están en el estudio trabajando en nuevas canciones ¿Pasa por su mente cómo se escucharán al tocarlas en vivo? 

A veces. Con este álbum fue más fácil porque hicimos todo el tracking en el estudio, entonces todos tocamos en vivo. Pero normalmente no me preocupo mucho por eso. Siempre tratamos de averiguarlo una vez que comenzamos a ensayar para algún tour. Algunas de las canciones más antiguas son más difíciles de tocar en vivo por los arreglos que tienen, por eso es que este álbum será muy divertido. Lo hemos estado tocando en vivo y ensayando para que podamos tocar todas las canciones en cada show que hagamos. 

¿Tienen planes de traer ese show a México?

Sí. Nunca hemos tocado por allá y realmente queremos hacerlo. El resto del calendario de nuestra gira aún está definiéndose, pero definitivamente tenemos que ir en algún punto. Es un poco loco que nunca hayamos tocado en México, pero ten por seguro que está hasta arriba de nuestra lista de lugares a los que queremos ir. Con suerte, este sea el año en el que lo hagamos. 

En el videoclip de “Everybody ‘s Gonna Be There” nos dejan ver un poco de sus experiencias durante el último tour de Bass Drum of Death, además de que regresan de gira estos días ¿Cuáles son sus mejores memorias estando de gira? ¿Hay algo que les gustaría repetir? 

Simplemente poder tocar frente a la gente y poder ver esa increíble respuesta que han tenido a nuestra música, eso nunca pasa de moda. Espero que podamos continuar haciéndolo y que la gente siga viniendo a enloquecerse en los shows cuando tocamos nuestras canciones porque eso siempre es muy divertido. 

Cuando se trata de los shows de Bass Drum of Death ¿Hay algo que nunca pueda faltar? ¿Algo característico de cada presentación?

Probablemente mi guitarra. Es una guitarra muy rara de los sesenta que me dieron hace años, y es extraña, tiene una apariencia verde surf-funky. Definitivamente no toco ningún show sin ella y soy muy protector, probablemente esto estaría en el número uno en la lista de cosas que no pueden faltar. 

¿En qué lugar crees que el arte sea más fiel a su autor? ¿En el estudio de grabación o sobre un escenario?

Son dos cosas diferentes. En el estudio tienes una cantidad de tiempo ilimitado para hacer las cosas bien, y eso es genial y muy importante. Pero tocar en vivo también es increíble porque tienes la atención de todos mientras interpretas las canciones. Algo con lo que me he encontrado es que a veces escribo partes que son realmente difíciles de tocar en vivo. Cuando lo haces frente a un público es sumamente diferente a hacerlo en el estudio donde tienes 10 o 15 tomas para lograrlo. Ambas son muy divertidas e igual de desafiantes, pero también gratificantes. 

Mencionas que no imaginabas estar hablando del quinto álbum de Bass Drum of Death, pero has estado haciendo música por más de diez años. ¿Te viene a la mente algún cambio importante en la industria musical al que hayan tenido que adaptarse?

Creo que una de las cosas más grandes ha sido mantenerse al día con todas las redes sociales. Supongo que eso es algo realmente importante ahora. Tengo un Tik Tok, pero estoy tan perdido y estoy tratando de descifrarlo, supongo que eso es una señal de que me estoy haciendo demasiado viejo. Además de eso, no pienso que algo haya cambiado realmente. De la forma en que lo veo, mi trabajo es hacer canciones que considero geniales y, con suerte, hacer que otras personas lo crean también. Intento no desviar mi atención de eso. 

Las redes sociales han cambiado un poco su forma de trabajar ¿Cierto? Ahora se trata de estar presentes todo el tiempo, además de hacer música. 

Sí. Es algo bueno porque obviamente quieres que la gente sepa qué está pasando contigo, pero añade otro aspecto al trabajo. Simplemente trato de ser precavido y cuidar que no me distraiga de lo que realmente disfruto hacer. 

Si Say I Won’t pudiera ser el soundtrack de una película, libro u obra ¿De cuál crees que sería? 

Road House con Patrick Swayze. 

Fotos: Steve Gullick (Cortesía de MalfiCo)

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