Atrás

Clap Your Hands Say Yeah: dos décadas de independencia, evolución y amor constante por México [Entrevista]

Previo a su concierto en el Foro Puebla, Alec Ounsworth, líder de Clap Your Hands Say Yeah, conversó sobre el espíritu independiente que sigue definiendo a la banda, la importancia de confiar en otros artistas y su especial conexión con el público mexicano.

Conecta con Clap Your Hands Say Yeah

¿Cómo te sientes de estar de nuevo en México?
Genial. Amo México. De verdad. Es uno de mis lugares favoritos.

¿Tienes comida favorita mexicana?
No creo tener una sola. Me encanta el ceviche en algunos lugares, el pollo con mole es increíble. Ayer fuimos a un lugar llamado Páramo y comí un taco de popo [de Popocatépetl], bueno, así lo llamaban, algo muy inusual para mí, pero estaba muy bueno. Me gusta probar de todo.

¿Y cómo te sientes de tocar esta noche?
Estoy muy emocionado. Siempre estoy emocionado de tocar en México. Hubo un show en el pasado con problemas de sonido, y desde entonces siempre he querido volver con más fuerza. Quiero que cada presentación aquí sea mejor que la anterior.

Han pasado 20 años desde su álbum debut. ¿Qué es lo que más recuerdas de esos primeros días?
Mucha gente piensa que nos hicimos populares de la noche a la mañana porque algunos blogs escribieron sobre nosotros, pero no fue así. Pasamos dos años tocando en clubes pequeños en Nueva York. Primero venían solo nuestros amigos, luego empezamos a ver caras nuevas, y eso fue muy emocionante. Lo más especial fue ganar poco a poco a ese público.

Ese primer álbum fue completamente DIY. ¿Cómo ha cambiado ese espíritu con los años?
En realidad, no ha cambiado. Todo sigue siendo independiente, excepto Only Run que fue con un sello. Sigo hablando directamente con ingenieros de mezcla, resolviendo contratos… Hago todo por mi cuenta.

Si ese álbum fuera una película, ¿cuál sería?
Quizá Blue Valentine, con Ryan Gosling. Es oscura, pero también juguetona. Algo indie, un poco sucia. No tan pulida como esa película, pero en ese tono. Definitivamente sería una película independiente.

Después de todos estos años, por fin hay un video oficial para “The Skin of My Yellow Country Teeth”. ¿Cómo fue ver esa visión de otro artista?
Interesante. No sabía qué esperar, pero confié. Al principio yo quería controlarlo todo, y eso no es lo correcto. Hay que rodearse de personas en las que confíes. David (el director) y yo compartimos una sensibilidad, así que dejé que hiciera su visión. Y me encantó. Es rara, sí, pero es su visión, y eso me parece valioso.

¿Qué significa para ti ese álbum hoy?
Fue un buen comienzo. Es el disco con el que nos reconocieron, pero no creo que sea mejor que los demás. Es más bien una forma de agradecer a la gente que creyó en nosotros desde el principio.

También están relanzando Mo Beauty y Some Loud Thunder. ¿Cómo conectan hoy todos estos lados musicales tuyos?
Lo único que los une es mi voz y mi forma de pensar creativamente. Cada disco es distinto porque no quiero repetirme. No haré una “parte dos” de Clap Your Hands Say Yeah. Ya hice ese disco. Lo que esté en mi cabeza en ese momento es lo que grabo.

Dices que amas México. ¿Sabes algunas palabras en español?
Sí, algunas. “Cielo” es una de mis favoritas. Es poética. Vi un edificio que se llamaba «Cielito» y me gustó mucho esa palabra.

¿Crees que algún día podrías escribir o cantar una canción en español?
Sí, probablemente podría… y debería. Estudié español bastante tiempo.

Por último, ¿qué mensaje te gustaría dejarle a tus fans?
Encontrar tu propia voz —creativamente o de cualquier forma— es lo más difícil. Y en esta era de internet, hay que dejar de preocuparse por lo que piensan los demás. Eso no es real. Lo real es lo que está frente a ti. Tal vez eso venga de estar leyendo sobre mindfulness y meditación últimamente, pero sí: lo importante es enfocarte en lo que tienes cerca, en las personas presentes, en lo tangible.

Un concierto lleno de energía

La noche del concierto fue un recordatorio del poder que tiene una banda cuando conecta con su audiencia a nivel emocional. En el Foro Puebla, Alec Ounsworth subió al escenario acompañado por una nueva formación que revitalizó el sonido clásico de la banda sin perder su esencia indie y experimental. Dando así, un increíble momento íntimo lleno de recuerdos y nuevas memorias.

Así, desde los primeros acordes el público (una mezcla de fans veteranos y nuevas generaciones) respondió con entusiasmo. Canciones como “Let the Cool Goddess Rust Away” y “Over and Over Again (Lost and Found)” provocaron una oleada de aplausos y coreos intensos, pero fue con “The Skin of My Yellow Country Teeth” que el recinto vibró completo. Fue un momento catártico: luces en movimiento, gritos, saltos, y una energía que atravesó la sala como una descarga eléctrica colectiva. Además de incluir otros de sus éxitos.

Ounsworth, entre canción y canción, se mostró agradecido, cercano y auténtico. Hubo espacio para momentos más introspectivos con temas de sus trabajos más recientes, que aunque menos conocidos por algunos asistentes, lograron sostener el ánimo elevado gracias a su interpretación cargada de emoción y entrega.

Sin duda, el concierto no fue solo una presentación más: fue una celebración de la independencia, de la resistencia creativa y del cariño que la banda ha cosechado en México a lo largo de los años. Una noche de comunión sonora donde todos, arriba y abajo del escenario, compartieron algo real. Porque eso, como dijo Alec, es lo único que importa.

¡Te dejamos con una pequeña galería!