El artista regiomontano Alan Palomo se atrevió a armar su primer disco como solista llamado World of Hassle, después de abandonar lo que hubiera sido el nuevo disco conceptual de su proyecto Neon Indian, pues el proceso creativo se estancó.
Además, Palomo estaba flotando por el ambiguo espacio psíquico de la cuarentena. Sus intentos por encontrar terreno firme salieron mal, casi como en comedia torpe de slapstick. Así que dejó ir el álbum conceptual junto con el nombre de Neon Indian y decidió comprar un piano y aprendió a tocarlo correctamente, por primera vez.
Al poco tiempo la corriente creativa llegó y comenzó a jalarlo hacia una inesperada pero fructífera dirección, de regreso al pop sofisticado de Prefab Sprout, The Blue Nile y Bryan Ferry, algunas de sus mayores influencias musicales. Logrando así, la creación del álbum World of Hassle, el cual saldrá a la luz este viernes 15 de septiembre.
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Desde los detalles ficticios plasmados en la portada (co-creada por Alan Palomo y el diseñador Robert Beatty) al collage lírico de la cultura pop y las referencias políticas, hasta el brillo de la música digital, World of Hassle es una pieza vívida de creación de mundos.
Por ello, este álbum promete llevar a los escuchas a una pequeña y tenue dimensión saturada de ansiedad y nostalgia, donde el jazz-funk y los trajes de hombrera amplia de Claude Montana nunca pasaron de moda y la Guerra Fría se calmó tanto que el álbum I’m Your Man (1988) de Leonard Cohen nunca salió.
¡Conoce el tracklist!
- The Wailing Mall
- Meutrière (feat. Flore Benguigui) (video)
- La Madrileña (video)
- Nudista Mundial ’89 (feat. Mac DeMarco) (video)
- The Return of Mickey Milan
- Stay-at-Home DJ (video)
- Club People
- Alibi for Petra
- Nobody’s Woman
- Is There Nightlife After Death?
- Big Night of Heartache
- The Island Years
- Trouble in Mind
Alan Palomo ha estado adelantando algunas de estas canciones.
Por ejemplo, una de las más recientes es “Club People”, una parodia del ego rockstar, la llegada de los centros comerciales a América y nuestra obsesión por nosotros mismos, aún al borde del apocalipsis. Al mismo tiempo es exageradamente serio; el sonido y la historia repitiéndose a sí mismas como si el reloj del juicio final comenzara en la era de Regan y la ansiedad nuclear regresara en forma de sintetizadores digitales y solos de saxofón.
Sin duda, este nuevo lanzamiento está lleno de mucho esfuerzo, creatividad y resulta de gran agrado auditivo y visual, pues seguramente te divertirás y lo disfrutarás.