El talentoso músico Cris, mejor conocido como Alizzz, ha estrenado su nuevo material con el cuál podremos visitar una de sus facetas más llamativas: la estética de un concepto único como la belleza de lo roto. Es decir, en esta breve pero sustancial entrevista nos platica cómo llegó a la temática de Conducción Temeraria, su más reciente álbum. Además, nos platica sobre su proceso creativo así como un poco de su visión musical. ¡No te la pierdas!
Conecta con Alizzz
Qué bueno tenerte aquí en No Limits, Alizzz. Espero que sea un momento agradable para ti. Para empezar, estás estrenando tu álbum Conducción Temeraria. Personalmente, me encantó toda la temática, pero me gustaría saber cuál fue la primera chispa de inspiración para crearlo.
Trabajo de manera bastante intermitente, siempre estoy componiendo. No me dedico sólo unos meses o un tiempo determinado a hacer las cosas, siempre estoy creando. Cuando acabé el primer disco, ya empecé a hacer música de nuevo, porque siempre estoy haciendo canciones.
Creo que fue hace como un año y algo, porque el otro día estaba borrando fotos del móvil, ya sabes, cuando se te acaba la memoria, y encontré fotos de coches desguazados. Esa estética de coches destrozados y apilados me gustaba mucho. La temática de los accidentes, los cristales rotos, me parecía poética y metafórica. Me di cuenta de que las canciones tenían mucho que ver con la velocidad, con vivir de manera frenética, y también con temas de huida.
¿Y cómo decidiste ponerle el título?
Al escribir títulos, Conducción Temeraria apareció y me pareció que englobaba muy bien la temática de las canciones. Además, me daba pie a crear todo un universo estético y conceptual. Utilicé esto para la portada, los elementos gráficos, los videoclips y también para escribir canciones relacionadas con la conducción, aunque ya tenía cosas escritas. Esta idea me sirvió para todo.
Todo esto suena fascinante. Y en cuanto al sonido de las canciones y la composición del disco, ¿cómo describirías esta sonoridad?
Con etiquetas me costaría bastante, pero sí puedo decirte que es un disco de 10 canciones de amor. La temática principal, la columna vertebral, es el amor y el desamor. El elemento principal de producción es la guitarra eléctrica y el procesamiento de esa guitarra. Creo que eso es la clave de la propuesta artística a nivel de arreglo y producción.
Ya sabiendo la historia de cómo llegaste al título y la relación de las canciones con el amor y el desamor, ¿crees que así se siente el amor, como una conducción temeraria?
Creo que, personalmente, me gusta vivir el amor de muchas maneras distintas. No tiene por qué ser siempre de manera temeraria, que lo relacionamos con lo fugaz, lo instantáneo, lo pasional. Pero sí creo que esas historias tienden más al drama, a la tragedia. Le encuentro poesía a vivir y contar las relaciones de amor de esa manera. Escribo mucho sobre ello porque siento que mi voz brilla explicando esas cosas. No son el tipo de relaciones que me gusta tener, pero sí son las que me obsesionan un poco más.
Y al momento de escribir, ¿cuál es el mensaje que quieres que las personas sientan o que quieres transmitir cuando escuchen tu disco?
Sinceramente no tengo una intención especial o un mensaje claro. Una de las cosas que me define es que no hay una moral absoluta en mis canciones. Hablo mucho sobre cometer errores y sobre cosas que salen mal. No hay un mensaje claro, pero lo que me gustaría transmitir es una sensación de algo entre la euforia y desconectar un poco del mundo.
Bien y por último, considerando las características estéticas que seleccionaste para los videoclips y el concepto del disco en general, si este disco fuera una película que ya existe, ¿cuál sería?
Es difícil elegir una sola película, me sería incapaz. Podría decirte películas para cada una de las canciones. Pero puedo decirte que el disco suena como a una película confusa, quizá un poco retorcida, frenética, donde seguramente el final no sea el mejor.