El nuevo adelanto del segundo disco de Cer y Soledad es un tema que camufla múltiples detalles y turbulencias bajo una superficie simple y contemplativa.
«A toda velocidad» es el nombre del nuevo single del dúo Marineros. Se trata del segundo adelanto del disco que le dará continuación a su debut, «O Marineros» (2015), con fecha aún por pactar y del que ya se desprendió en octubre del año pasado el sencillo «Rosas». Tal como esa canción, «A toda velocidad» revela pistas acerca del futuro musical de la dupla.
Bajo la superficie simple y contemplativa del recién estrenado tema subyacen múltiples detalles sonoros y turbulencias emocionales. Lo primero que salta al tímpano es la sencillez de su estética musical y de los elementos que lo conforman. Sin embargo, la austeridad de su fachada contrasta con la riqueza del tratamiento que recibe cada uno de sus componentes, desde la caja de la batería y sus reverberaciones en busca de materialidad, hasta las armonías de teclado que conducen al sencillo hacia un final que se eleva gracias a la bien dosificada aparición de una guitarra ausente en los minutos previos.
Como siempre en Marineros, la técnica está supeditada a la dimensión emocional de la música. «A toda velocidad», en términos sentimentales, es una melancólica expresión de la calma que llega después de un torbellino arrasador. Su letra mira por el espejo retrovisor la agitación mientras le abre los brazos al porvenir sea cual sea. En palabras del dúo: «Esta canción fue escrita con la perspectiva que da el tiempo. Es un amuleto para recordar que hay que amar la incertidumbre y entregarse al destino sin aferrarse a ilusiones, sino a uno mismo. La hicimos para desapegarnos del miedo a los finales, porque de ellos surgen también los comienzos».
Disponible en todas las plataformas digitales y producida por Cristián Heyne, «A toda velocidad» es una representación fiel del espíritu que tendrá el futuro disco de Marineros. Un trabajo que, según cuenta la dupla, será «melancólico, retrofuturista y atemporal porque nosotras marchamos al ritmo de nuestro propio corazón”.