Oumou Sangaré: una referente para las mujeres africanas

La artista maliense lanza “Wassulu Don”, segundoadelanto del álbum Timbuktu

No es casualidad la fecha elegida, ya que Sangaré es una referente feminista en de Malí, su país natal

La canción viene acompañada de un videoclip filmado en Ghana

Por su fuerte activismo social y cultural, Sangaré ostenta los títulos de Embajadora de Buena Voluntad de la ONU, Comandante de la Orden Nacional de Malí y Caballero de la Cultura en Francia

La superestrella mundial e icono feminista Oumou Sangaré lanza su nuevo single “Wassulu Don”, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer. El tema, que fusiona el sonido y la voz malienses característicos de Oumou con elementos de blues y rock para crear un ritmo alegre, es una expresión de orgullo por la ciudad natal de Wassulu, una zona del extremo suroccidental de Malí de la que es originaria la familia de Oumou. 

El vídeo que lo acompaña, dirigido por Justyna Obasi y filmado en Accra (Ghana), presenta una serie de viñetas de mujeres africanas modernas que celebran y prosperan en sus propias comunidades de origen. 

Hablando del significado del tema, Oumou dice: “¡Estoy muy feliz de presentar mi nuevo single en la importante fecha del Día Internacional de la Mujer! Esta canción es por y para la gente de Wassulu, en Malí: hemos alcanzado un logro deslumbrante al convertir nuestra querida Wassulu en un refugio para la paz gracias a una enorme inversión. Estamos liderando el camino en Malí. Vayamos a Wassulu, donde florecen la hospitalidad, la buena vida y los grandes acontecimientos. Vengan conmigo a Wassulu, donde la alegría lo es todo“. 

Como se anunció anteriormente, Sangaré publicará su nuevo álbum “Timbuktu” a través de World Circuit el 29 de abril. Grabado en múltiples lugares (Estados Unidos, Malí y Francia) y coproducido por Pascal Danaë y Nicolas Quéré, ‘Timbuktu’ es el primer material nuevo de la cantante maliense desde el álbum aclamado por la crítica en 2017, Mogoya. El reciente sencillo “Sarama” fue la primera muestra del nuevo álbum.

Oumou Sangaré: una referente para las mujeres africanas

Sobre Oumou Sangaré
Desde la publicación de su álbum de debut Moussoulou en 1989, la cantante maliense Oumou Sangare no ha dado tregua. En su rico y fructífero recorrido, destacan algunas de las grabaciones más definitivas de la historia de la música africana contemporánea, todas ellas publicadas en el sello World Circuit: Ko Sira en 1993, Worotan en 1996 y Seya en 2009, este último nominado al Grammy en la categoría de mejor álbum de música del mundo. Numerosas giras internacionales y actuaciones en escenarios prestigiosos como la Ópera de Sidney, el Queen Elizabeth Hall de Londres y el Nippon Budokan de Tokio completan este palmarés.Timbuktu, el primer lanzamiento en su propio sello Oumsang, es el último acto de esta epopeya musical sin parangón, a la que World Circuit se ha asociado una vez más. Consagra a esta artista que surgió de los barrios pobres de Bamako para convertirse en una superestrella mundial y en un icono feminista universalmente admirada. Con el aura poderosa de una Grace Jones, icono negro transgresor por excelencia, Oumou hace tiempo que rompió las barreras que separan continentes y estilos musicales. Fue invitada por Alicia Keys para cantar a dúo en televisión, y hoy es puesta como ejemplo por artistas de la talla de Aya Nakamura, que le dedicó la canción ‘Oumou Sangare’ en 2017, o Beyoncé, que sampleó una de las creaciones más famosas de Oumou, ‘Diaraby Néné’, para su canción ‘Mood 4 Eva’, incluida en la banda sonora de la película El Rey León: El Regalo en 2019. 

La carrera de Oumou Sangare estaba siendo impulsada a un ritmo rápido y sin la más mínima pausa cuando sufrió una gran interrupción debido a la pandemia del 2020. En marzo de ese año, justo después del Festival Internacional Wassoulou (FIWA), un evento que Oumou lanzó en 2016 para promocionar su región natal en el sur de Malí, se fue a Estados Unidos. 

Nacida en Bamako el 2 de febrero de 1968, Oumou Sangare es la hija mayor de una familia fulani de la región de Wassoulou, en el sur de Malí. Su madre, Aminata Diakité, era cantante, al igual que su abuela Noumouténé. Oumou apenas conoció a su padre, Diari Sangare, que abandonó el hogar familiar cuando Oumou tenía dos años. Abandonada de este modo, su madre Aminata se convirtió en comerciante del mercado para mantener a sus cuatro hijos. Oumou la ayudaba vendiendo bolsitas de agua en la calle. 

Se acostumbró a seguir a su madre a los soumous (ceremonias nupciales o de bautismo que se celebran en la calle), donde Aminata cantaba para una multitud que la apreciaba. Oumou no tardó en ganarse una parte de ese prestigio, gracias a la claridad y la fuerza de una voz que, brotando del cuerpo de una niña, encantaba a su público. Luego, durante un concurso intercolegial en el que Oumou representaba a su escuela del barrio de Daoudabougou, tuvo la oportunidad de acaparar toda la gloria cantando ante 3.000 personas en el estadio Omnisports de Bamako y ganando el primer premio

Ya tenía una larga carrera a sus espaldas cuando, a los 18 años, fue a Abiyán a grabar su primer casete, producida por Abdoulaye Samassa. Reeditado en CD y vinilo por World Circuit en 2016, el casete, titulado Moussolou (“las mujeres” en bambara), vendió más de 250.000 copias en su primera edición, un récord que sigue sin ser superado en África Occidental

Aunque esta hazaña puede explicarse en parte por el carácter altamente bailable de la música de Wassoulou, los elementos más importantes fueron las letras que canta, a veces rugiendo, esta joven leona que tuvo que luchar desde una edad temprana para sobrevivir. Alzándose con ardiente pasión contra los abusos de una tradición patriarcal que sanciona la poligamia, los matrimonios forzados y la mutilación genital femenina, Oumou se convirtió de la noche a la mañana en el rostro de una causa feminista que nunca tuvo ningún tipo de asidero en esta parte del mundo antes de que ella llegara.

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Su carrera y sus grabaciones quedaron marcadas por estas dos dimensiones destacadas: ser mujer y proceder de un entorno social que la hacía singularmente sensible a todas las formas de injusticia. Timbuktú es un ejemplo de ello. Por ejemplo, “Gniani Sara” (literalmente “la recompensa del sufrimiento”), que habla de la interminable lucha de Oumou por la mejora de la condición femenina. “Me atreví a abordar este tema primero, antes que nadie, e incluso arriesgué mi vida al hacerlo”, dice hoy. “Mi recompensa fue despertar conciencias, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Ver que Aya Nakamura o Beyoncé me citan como ejemplo vale todos los premios y todas las distinciones del mundo”. 

Sin embargo, ser la mayor y más influyente cantante africana viva nunca fue suficiente para ella. Durante los últimos treinta años, Oumou ha conseguido brillar en el mundo de los negocios y la acción social. Fundadora y directora de varias empresas relacionadas con la hostelería, la agricultura y la venta de coches (a través de su marca Oum Sang), actualmente emplea a cerca de 200 personas a tiempo completo. Además, la fundación Oumou Sangare, creada hace 10 años para apoyar a las mujeres y los niños con dificultades, se ocupa de dar los últimos retoques a una obra de arte, por así decirlo, que nunca se aleja de las convicciones humanitarias. 

Teniendo en cuenta su pasado, no hay nada de aleatorio ni de arbitrario en los temas de sufrimiento y de enfrentamiento a la adversidad que recorren el repertorio de Oumou. El predominio de estos temas es probablemente un eco lejano de los abusos que algunos cazadores se infligen a sí mismos durante sus ceremonias para intentar dominar su dolor, llegando a tragar brasas ardientes o a bailar y apuñalarse con cuchillos mientras los cantantes invocan fuerzas sobrenaturales. 

Es a esta férrea confianza a la que se refiere “Wassulu Don”, esta cultura universalmente relevante con sus fundamentos terrenales, celebrada aquí por su representante más famosa, una cantante que a la manera de las más grandes de las grandes -Aretha Franklin o Nina Simone- sublima el dolor y, más que nunca, ilumina la música con su propio genio. No sólo la música africana, sino toda la música.