The Gray Goo, son una banda originaria de Montana, que surgió dentro del movimiento stoner, aunque esa etiqueta les queda chica, debido a su ecléctico abanico de influencias musicales, mismas que suelen plasmar en su propuesta. Esto los ha distanciado por completo de otras bandas del movimiento stoner/doom, que solo se dedican a copiar descaradamente el sonido de Black Sabbath o Electric Wizard.
A un año de su grandioso debut, titulado ‘1943’ (uno de los mejores álbumes de stoner en los últimos años), la agrupación integrada por Max Gargasz (guitarra, voz, sintetizador), Matt Carper (voz, bajo, teclados) y Zach Ronish (batería, percusiones), están de regreso, con un álbum despreocupado y divertido.
Para este álbum, Max Gargasz se encargó de la producción, mientras que en la parte musical, hubo invitados para sumar instrumentos que no habían aparecido en su anterior trabajo; como es el caso de la flauta, melódica y las percusiones, ejecutadas por Thomas Valencia; mientras que en el Sintetizador Moog, aparece Wayne Randall.
Así llega a su fin un disco impecable, ecléctico, propositivo, trabajado hasta el último detalle, dejando en claro que el stoner no tiene que recurrir al estilo repetitivo del cual ya se ha abusado mucho. Estamos ante uno de los mejores álbumes de este año, y un disco que definitivamente sería imperdonable perderse.