El álbum debut de Rocío Saiz es un recorrido emocional por las historias de todas. Rupturas que duelen, desencuentros e inseguridades, muchas inseguridades.
Porque en realidad solo necesitamos que alguien ponga música a todo eso que queremos decir y transformar ese viaje por el mundo de las sensaciones en algo más bonito que un muestrario de egoísmo de manual.
Bajo la producción de Pau Paredes, Rocío Saiz. «Amor Amargo» es su puesta en largo, siete canciones redondas que pretenden llenar un vacío existencial. Ya conocimos qué pasa cuando disfrazamos la ausencia de rutina en «Autocensura», el hit que abrió esta nueva etapa de la ex-Chillers/Monterrosa.
También lloramos bailando con «Si mañana me muero, te habré dicho que te quiero», una clara declaración de intenciones.
«La Juventud», compuesta para el soundtrack de la película La Amiga de mi amiga, o «Nietas del Ruido» junto a Ariadna Paniagua de Los Punsetes, donde desafían al destino cantándole a la libertad de expresión, a derribar el muro que no nos deja ver más allá. «El descanso del guerrero» baja las revoluciones para explicarnos lo duro que es tener que encajar y cuán importante es saber pedir ayuda.
Pero la pieza que Rocío ha decidido convertir en imágenes fue «Cortisol en Sangre», un auténtico hit de pista de baile.