Todo comenzó con un avistamiento peculiar en la pantalla de un teléfono móvil. Hace unos meses, el artista mexicano Luis Membrillo dio a conocer su proyecto Transpoken: una serie transmedia donde la poesía es el centro del universo y se manifiesta a través de muy distintos canales. Navegando su velero de spoken word, Luis Membrillo ha desarrollado frente a nuestros sentidos una historia que brilla por su flexibilidad y acrobacias narrativas; historia que acaba de empezar su cuarta etapa: ‘La Flor’.
Su primer capítulo, conformado por el EP ‘Semilla’ y el podcast ‘El Origen del Ojo de la Poesía’, nos sumergió en un universo donde la música, la poesía y la tecnología nos revelaron la existencia de un ente singular que da sentido a la propuesta de Luis Membrillo. El cambio de aires vino con la ‘Etapa 2: Gestación’, cuya composición constaba del segundo EP de spoken word y el documental dirigido por Brenda Becerril.
Culminada la gestación, brotó la ‘Etapa 3: Tallo’. Pata este momento, el Ojo de la Poesía ya se avistaba en cualquier lado y su manifestación tomó la forma de guerrilla digital: a través de voice notes y selfies, los elegidos para la revelación hicieron saber a Luis Membrillo que sí, que el Ojo de la Poesía ya estaba presente en sus vidas.
Ahora entramos en la ‘Etapa 4: Flor’, la última de este interesante recorrido. El EP que da cuerpo a la evolución del Ojo de la Poesía ya está disponible en plataformas de streaming y aventura su mirada por el día a día de la ciudad y el interior del propio Luis Membrillo. De la mano de Julia Leyva y Al He, ‘Etapa 4: Flor’ nos aproxima al cierre de una historia en la que el tiempo, los formatos y las reglas se hacen trizas, pues tal es la naturaleza disruptiva de la poesía.
Si el Ojo de la Poesía, aún no ha hecho su aparición en tu vida… ¡este es el momento ideal para que salgas a su encuentro!
«TRANSPOKEN” Es la transformación a través de la palabra. «TRANSPOKEN” es un ojo que es una boca, al abrirse mira y transforma. Este ojo/boca es conocido como el ojo de la poesía. Todo lo que el ojo de la poesía observa, lo traga para escupirlo en forma de verso. Los versos son la palabra hablada, vibraciones, sonidos, los cuales se transforman en imágenes mentales. Estas imágenes mentales cobran vida en lo que conocemos como nuestra realidad.