‘Sin Moralejas’ es un EP de folk alternativo que cuenta historias de la cotidianidad vividas por los colombianos en un 2022 que quedará para el olvido.
Manny Pachamoro es un colombiano de crianza y peruano de apellido. Es un músico autodidacta, portador de pánico escénico y máximo hincha del chisme y el trago.
Pachamoro es un romántico lleno de amores y odios platónicos, un bufón que no deja de aprender que todo en la vida es una sátira que carece de música. Se pone una máscara autóctona de Cuzco, Perú para honrar una cultura que vela por darse en la jeta y celebrarlo, como buen colombiano.
Su música se propone contar cuentos y hacer compañía. Todo el mundo merece tener un poco de banda sonora para sus vidas (la quieran o no) y Pachamoro apunta a traducir esas anécdotas y los sentimientos que acarrean a melodías que se puedan tararear.
‘Sin Moralejas’ es el EP debut de Pachamoro, un trabajo que cuenta historias de la cotidianidad vividas por los colombianos promedio en un 2022 que quedará para el olvido.
El EP parte de una base de folk alternativo: guitarra y voz. Gracias a la experticia de Antonio Urdaneta (músico, productor, fundador de banda Urdaneta) se logró incorporar elementos más pesados del rock, el punk, líneas de guitarra más técnicas y sabrosas, y percusiones sencillas, pero divertidas con botellas y ollas como es el caso de ‘Tuits’. El EP también tiene el aporte de ritmos compuestos por Luis Lizarralde (OhLaVille y La Sonora Mazuren) para canciones como ‘El Jammin’ y ‘Mamerto Fascista’.
«El 2022 fue un año de mierda. Se canceló el Jamming Festival, se murió Taylor Hawkins, el país vivió una división que solo se puede experimentar en unas elecciones presidenciales tan polarizadas como las últimas y Marbelle nunca se calló en Twitter. Todo este tumulto socio político lo resumo desde la perspectiva de un gordo acomodado que empezó a darse cuenta de lo que implica vivir en este país sin ser privilegiado. El mensaje es para mis colegas de clase acomodada: que nos dignemos a comer callados si se trata de depender de un sistema que jode a los más vulnerables para tenernos contentos»
‘Sin Moralejas’ es un EP que aborda la corrupción que nos indigna, pero a la que ya estamos acostumbrados en ‘El Jammin’, la osadía de la clase farandulera criolla para de más y ponerse en pedestales morales en ‘No te vayas’, las secuelas sociales que dejó el uso del tapabocas después de la pandemia en ‘La normalidad’, el panorama ridículo que se vive en el Twitter nacional en ‘Tuits’, las falsas indignaciones en redes sociales con denuncias que terminan siendo entretenimiento fugaz y lo fácil que es olvidar a los verdaderamente afectados en el mundo afuera del celular en ‘Nos duele’ y un auto reclamo que resalta la ironía de las críticas a la indiferencia en ‘Mamerto Fascista’.
‘El Jammin’, sencillo promocional del EP ‘Sin Moralejas’, habla específicamente de la cancelación del Jamming Festival y las consecuencias para los afectados. También reúne pedazos de corrupción en Colombia como el caso de centros poblados, la ministra Abudinen y la falta de preparación de Susana Boreal para su cargo político. De igual manera narra el opio musical que trajo el Frailejón Ernesto Pérez y la campaña de masturbación de la Alcaldía de Medellín para mejorar el ánimo. La sátira en esta canción parece inventada, pero el país la escribió sola.
«Es un EP perfecto para escucharlo (discretamente) mientras va en Transmilenio a un trabajo de mierda. Mientras anda por la calle rodeado de peligros urbanos en potencia. Cuando se vea rodeado de noticias deprimentes y familiares adoctrinados. Es resistencia amena, cómoda, para risillas. Es para compartir con algunos si y otros no: por ejemplo, con Marbelle sí, pero con Carolina Sanín no porque me da miedo», enfatiza Pachamoro
Pachamoro prepara el lanzamiento de su EP con un show en vivo para el segundo trimestre del año, de igual manera, se encuentra trabajando en un disco de 10 canciones que se titula ‘Por si me escucha tu mamá’ y en donde se sale de lo sociopolítico y trata temas nuevos con historias más amigables para una audiencia más amplia, pero sin dejar el sabrosísimo gusto por el chisme.
«La gente necesita verse en la música y, aunque me encantaría que estas canciones ayudaran a las poblaciones vulnerables que incluyo en mis letras, la verdad es que no les sirven para nada. Esto es entretenimiento salpicado de reflexión para que los cómodos por lo menos nos callemos la jeta y vivamos sin tener opiniones sobre cosas que ni nos imaginamos vivir. Si alguien puede aterrizarse como lo he hecho yo mientras compuse esto o si otra persona menos cómoda puede encontrar algo de catarsis con estas letras las canciones tendrán importancia», concluye Pachamoro.