Ha sido toda una travesía para esta banda. De tocar en las calles de Sydney a cruzar el globo para sus primeros shows internacionales con su primera producción discográfica, Songbook, The Lazy Eyes se ha consolidado como una joven banda de rock psicodélico que pone en la mira una vez más a la escena australiana. Harvey Geraghty e Itay Shachar nos cuentan de este continuo aprendizaje como banda y su primera visita a México, del que, además de la expectativa de la buena comida picante, bromean con esperar “que haya gente presente para verlos” durante su participación en Hipnosis 2022.
Aprender a hacer la música que hacen, “ha sido de forma gradual y aún seguimos aprendiendo”. Harvey, Itay y el baterista Noah Martin, se hicieron amigos en la Newtown High School of the Performing Arts. Compartiendo los mismos gustos musicales, decidieron tomar las calles de Sydney en donde Harvey hacía todo tipo de locuras para hacer que la gente se detuviera a escucharlos. “Rodaba alrededor del suelo como Homero Simpson, era un poco sucio, no sabía mucho de limpieza en ese entonces” bromea de aquellos días que aprecian por el gran aprendizaje que les dio de cómo ser una banda y entretener a una audiencia. “Tocar en la calle te obliga a entretener, debes lograr que la gente se frene cuando no está ahí para verte”, complementa Itay.
“Katy Perry aún es una gran influencia para nosotros” cuentan de aquellos días en los que tocaban covers de Katy y cualquier canción que se escuchara en la radio. Pop tal vez no sea lo primero que nos venga a la mente al escucharlos, pero la clave para The Lazy Eyes, es inspirarse en todo tipo de música para poder crear su propia mezcla. Artistas como King Gizzard and the Lizard Wizard o Tame Impala son obvias influencias, pero también otros grandes como The Beatles, son muy obvios en su sonido, creando así una mezcla entre la magia sesentera, el psych actual y su indudable toque Gen Z.
“La música que escuchábamos al principio resultó ser la música que hacemos. Cuando eres jóven, la mejor manera de aprender cualquier cosa es básicamente imitando. Creo que nadie puede alejarse de eso cuando están comenzando. A medida que crecimos, creo que ahora escuchamos todo tipo de música, entonces la música que nos informa cómo sonaremos al final, puede ser muy diferente y muy subconsciente.” – Harvey
“Creo que mientras más influencias tengas, el producto será más como una sopa turbia. En cambio si solo tienes una influencia, será bastante obvio escucharla.” – Itay
Decididos a dedicarse a la música y naturalmente, componiendo sus propias canciones, el entonces trío continuó tocando en pequeños venues y afinando su estilo bajo este nombre inspirado en una canción de Beach House. En plena pandemia lanzaron su primera producción en 2020, sencillamente titulado EP1, aumentando su audiencia por esa familiaridad sonora. EP2 vendría un año después consolidándose ya entre la nueva generación de la música indie australiana junto al bajista Leon Karagic.
Poco a poco comenzaron a presentarse fuera de New South Wales e incluso formaron su propio festival local en Sydney llamado Lazyfest. Al sentirse listos, terminaron su primer álbum. SongBook es un álbum debut digno de una banda a la que se le pronostica grandeza entre su talento natural y esfuerzo. Compuesto de temas que se escribieron muchos años atrás y se han ido puliendo entre ensayos, shows y visitas al estudio, este era el momento perfecto para que viera la luz.
“SongBook comenzó tal vez incluso antes que la banda. Las canciones son de hace años, desde que estábamos en la preparatoria, y poco a poco a través de los años las hemos ido tocando en vivo y grabarlas tomó mucho tiempo. Algunas canciones las grabamos el año pasado aunque tuvieran ya siete años de haberse escrito. El álbum fue un proceso de aprendizaje para nosotros de cómo funciona este proceso. Así que tuvo sentido para nosotros que primero salieran los EPs porque el álbum hubiera tomado mucho tiempo en hacerlo. Además, así conectamos con nuestra audiencia, y para cuando estrenamos SongBook, ya había alguien escuchando.” – Harvey
“Hay tres partes instrumentales que unen el álbum y le dan una pausa a tus oídos. Y siento que estos se escribieron hace mucho tiempo, pero evolucionaron de una manera extraña al tocarlos en vivo y en cómo los grabamos. Fue diferente a nuestras otras canciones en donde grabamos cada capa y luego mezclamos. Cuando tocábamos estas partes en vivo, ya sonaban como debían sonar, entonces nos grabamos interpretándolas totalmente en vivo. Siento que fue un periodo de incubación diferente para esas canciones, y cuando Leon se unió a la banda, sus líneas de bajo encontraron su camino hacia la música.” – Itay
El estilo que han creado como característico The Lazy Eyes, paisajes instrumentales de ensueño entre relatos frescos y juveniles, su rock experimental y riffs hipnóticos se han colado en la categoría de la psicodelia. Para Harvey, este es un término que puede tener diferentes significados para todos y ya no sólo hace referencia a influencias de otras épocas, si no que tiene más que ver con lo que una melodía puede hacerte sentir.
“Te acostumbras a escuchar lo que se cataloga como ‘normal’, y a veces escuchas algo que abre tu imaginación a otros mundos. Mucha gente cree que se trata de una reversión al psych de los 60s, pero mucha música nueva como el pop es bastante psicodélica, hay experimentaciones extrañas y profundas en las grabaciones. A veces escuchas algo que te sacude y eso es lo que puede convertir una canción en psicodélica.” – Harvey
Para Itay, el proceso de grabación es de suma importancia en The Lazy Eyes. Ese momento en el que sus canciones quedarán plasmadas por siempre con una mezcla final, les ha dado perspectivas nuevas tanto de su trabajo como del balance con el día a día.
“Cuando estamos en el estudio, a veces terminamos teniendo alguna plática filosófica acerca de esa grabación. Siento que ese proceso de grabar y mezclar, de alguna forma está relacionado con la vida real, con la forma en la que vivimos porque se trata de balancear las cosas. Siempre hay estos extraños cruces con el mundo real que he encontrado… Me pregunto si la gente que tiene casas desordenadas tiene mezclas desordenadas..” – Itay
Sus presentaciones en vivo han sido clave para el crecimiento de The Lazy Eyes. Otra de sus primeras grandes influencias fue Pond. La banda australiana les abrió los ojos al tipo de músicos que querían ser más allá del sonido. Durante un show en Sydney, los chicos quedaron impresionados con su presencia sobre el escenario, sin una gran producción rodeándolos, Pond fue uno de los primeros shows que les voló la cabeza. “Ese concierto fue indescriptible para nosotros. No habíamos visto mucha música en vivo aún, pero reflexionando en ese tour en específico, ni siquiera tenían a un bajista en el escenario, no había luces.. Fue épico”. Un aprendizaje de que la música y disfrutar estar sobre ese escenario, es la clave para un buen rato.
Esa misma sensación indescriptible, es la que The Lazy Eyes espera dejar en Hipnosis este 5 de noviembre en el Parque Bicentenario. Compra tus boletos AQUÍ.